Frente a la pandemia del COVID19, los gobiernos de América Latina han definido estrategias de contención con medidas de distanciamiento social, confinamiento doméstico, cierre de instituciones educativas y de empresas consideradas no esenciales. El impacto económico y social es muy negativo al tiempo que ha puesto en evidencia las vulnerabilidades de la estructura social y los déficits de los sistemas de protección social en la región. En este escenario, crece el debate de propuestas inspiradas en la noción de ingreso ciudadano o renta básica. Sin embargo, una propuesta de este tipo está todavía lejos de concretarse, en tanto lo que prima es la preferencia por acciones temporales, sometidas a test de recursos y con alcances limitados tanto en cobertura como en suficiencia.Frente a la pandemia del COVID19, los gobiernos de América Latina han definido estrategias de contención con medidas de distanciamiento social, confinamiento doméstico, cierre de instituciones educativas y de empresas consideradas no esenciales. El impacto económico y social es muy negativo al tiempo que ha puesto en evidencia las vulnerabilidades de la estructura social y los déficits de los sistemas de protección social en la región. En este escenario, crece el debate de propuestas inspiradas en la noción de ingreso ciudadano o renta básica. Sin embargo, una propuesta de este tipo está todavía lejos de concretarse, en tanto lo que prima es la preferencia por acciones temporales, sometidas a test de recursos y con alcances limitados tanto en cobertura como en suficiencia.
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